El problema de Trump con Twitter y FB acaba con una orden ejecutiva
Trump no le cayó nada bien que Twitter haya verificado
dos de sus tuits y los haya tildado de potencialmente engañosos por decir que
mandar los votos por correo lleva directamente a un fraude generalizado de las
elecciones. El presidente de EEUU vio este martes cómo la red del pajarito,
pieza clave de su estrategia de propaganda y comunicación, mostraba un aviso en
dos de sus tuits y a modo de revancha acaba de firmar una orden ejecutiva que
quiere acabar con uno de los pilares fundamentales que ayudaron a crear
internet: la llamada Ley de Decencia en las Comunicaciones, o al menos con su
punto 230.
La orden ejecutiva anunciada a bombo y platillo por el propio
Trump a través de su cuenta de Twitter, pone en entredicho el apartado 230 de
esta ley con la idea de reducir el poder de las grandes plataformas de redes
sociales, incluidas Twitter, Facebook y Google, a quienes ha nombrado
directamente en su anuncio. En concreto, este punto de la ley se conoce entre
los expertos como "las 26 palabras que crearon internet", justo
porque es un apartado que contiene exactamente 26 palabras. Lo más importante
del mismo es que brinda una amplia inmunidad a los sitios web que seleccionan y
moderan los contenidos de sus propias plataformas dándoles potestad total para
controlar el discurso que se da en su red presuponiendo que buscan la
neutralidad.
"Estamos hartos. Ellos tienen un escudo. Pueden
hacer lo que quieran. Ahora no van a tener ese escudo", dijo este jueves
Trump en el acto de la firma de la orden ejecutiva.
Esta ley data de 1996 y es cierto que su modificación
estaba en boca de políticos republicanos y demócratas estadounidenses en los
últimos meses, pues hay cierto consenso en que la realidad ha cambiado mucho en
este sentido y la normativa necesita actualización, pero la decisión de Trump
acelera todo el proceso. El gran punto es que la ley protege a estas
tecnológicas de tener que realizar un control exhaustivo de todo lo que se
publica en su red previo a su publicación y se presupone que actúan de buena fe
y con neutralidad tanto al no controlar todo lo que se publica como al censurar
ciertos contenidos.
Trump cree que esto no debería ser así, ya que, según
él, ha quedado demostrado que las plataformas no son neutrales y no se puede
mantener esa inmunidad. Por lo que esta orden propone que sea la FCC, la
Comisión Federal de Comunicaciones, la que se encargue de velar por la
neutralidad y pueda actuar en caso de que haya alguna plataforma que no respete
la neutralidad que crea la propia agencia estatal. Esto, para muchos expertos,
abre un gran debate, pues ¿quién garantiza que la neutralidad correcta es la de
la FCC?
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